Cronología histórica

Los orígenes de Bakú se remontan al siglo VI D.C. La ciudad está situada en la península  de Absherón. Su posición geográfica, cómoda bahía, clima suave y seco, tierra fértil y recursos minerales condicionaron los asentamientos humanos. Al este de Bakú, cerca del Mar Caspio, se encuentra la región Gobustán. Allí pastaban los rebaños. En las pinturas rupestres, que se remontan al VIII milenio, están reflejadas escenas de caza, ceremonias y ritos. En Gobustán,  encontramos la placa que se remonta a los años 89-90 D.C. en latín que dice: “la época del Emperador Domiciano César Augusto Germánico, Lusy Julio Máximo, XII legión fulminante”. Es probable que el topónimo del pueblo Ramana situado cerca de Bakú demuestre que las tropas romanas estuvieron en Absherón. Bakú -“la tierra de fuego”-  es famosa desde los tiempos remotos. 

Con la difusión de la religión islámica, en las fuentes geográficas e históricas árabes, Bakú se menciona como una ciudad feudal pequeña, pero desarrollada que posee  fuentes de petróleo blanco y gris-oscuro. En la segunda mitad del siglo IX, el debilitamiento de califato de Abasíes, llevó a  la creación de los estados independientes. Uno de ellos era el Estado de Shirvanshah.  En la edad Media, Bakú junto con Shemajá, se convirtió en una de las principales ciudades del país. En el siglo X, en Bakú, por primera vez, comenzó la construcción del muro del casco antiguo. Lo demuestra la fuente de piedra, encontrada durante los trabajos de reconstrucción, donde se señala que  los muros fueron construidos en el período de II Manichojr (1120-1160). El desarrollo posterior del Estado de Shirvanshah coincide con el período del reinado de Ajsitán, el hijo de II Manuchojr. Durante su reinado en el puerto de Bakú se creyó una flota poderosa.

En 1191  Shirvanshah Ajsitán trasladó su residencia de Shemajá a Bakú. Por primera vez Bakú se hizo la ciudad principal de Estado de Shirvanshah. La primera construcción que llegó hasta nuestros días, es la mezquita de Mohammed levantada en Bakú, en los años de 1078-1079.  En aquel entonces las torres y castillas ocupaban un lugar especial: se servían del baluarte  y  refugio. Para  defenderse de los ataques marítimos, en los años 1232-35, en la bahía de Bakú  se construyó la torre de Sabail que en la actualidad está hundida. En 1230  Bakú se rindió a los mongoles.

A principios del siglo XIV, el comercio, especialmente el marítimo, se animó de nuevo. Bakú tenía relaciones comerciales con Guizil Orda, el principado de Moscú y con los países europeos. De aquí se exportaba petróleo, tapicería a Astracán y Asia Central.  En la primera mitad del siglo XI,   por el creciente  desarrollo político y económico, el Mar Caspio llegó a denominarse “el mar de Bakú”. En 1501, Sha Ismail Jataí de la dinastía de Safavidas tras atacar a Shirván, ocupó la ciudad de  Bakú. En los siglos de XVII-XVIII, los edificios que se levantaban en la ciudad, testimonian el auge del arte de tallar en piedra y la arquitectura. Bakú, por segunda vez, renovó el muro. En 1660, los cosacos de Stepan Razín, atacando desde las orillas de Caspio, destruyeron la aldea de Mashtagá. 

A partir del siglo XVII, los recursos naturales y la importancia geográfica de la ciudad atrajeron la atención de Rusia. Pedro I intentaba ocupar las fronteras orientales y sureñas de Caspio;  para apoderarse  del Caspio sojuzgaba a los turcos e  iraníes. Con estos fines, Rusia creyó la expedición marítimo-militar. A finales del mes de junio de 1723, la escuadra formada por 7 barcos, encabezada por el general-mayor Matyushkín, atacó desde Astracán. El 26 de junio de 1723, Bakú se rindió. Con el decreto de Pedro I en Bakú se instalaron 2 regimientos (2382 soldados) encabezados por el príncipe Baryatyanski. En 1725, tras la muerte de Pedro I,  las tierras del Caspio  llegaron a ser e un cargo para el gobierno ruso. Para guardar las tierras ocupadas, se necesitaba un ejército fuerte. Pero los gastos prevalían los ingresos. En 1730 la situación se agravó. Los éxitos de Nadir sha en Shirván obligaron al gobierno de Rusia a firmar el acuerdo de Gandjá,  según el cual las tropas rusas tenían que retirarse de Bakú.   

En 1747, después del asesinato de Nadir sha su imperio se destruyó. En el territorio de Azerbaiyán se crearon khanatos independientes, el khanato de Bakú  se destacaba entre ellos. Durante el reinado de 20 años de Mirza Mohammed khan (1747-1768) se prestaba apoyo al desarrollo de economía y del comercio. Él era el almirante y dirigía la navegación  militar y comercial. En 1784 Melik Mohammed khan pasó el poder a Mirza Mohammed khan II (el padre del  famoso historiado azerbaiyano Abbasgulú aga Baquijanov). En este periodo el gobierno zarista empezó a aplicar la política expansionista contra Azerbaiyán. En la primavera de 1796, por la orden de Yekaterina  II, comenzó la marcha hacia el Cáucaso de las tropas zaristas encabezadas por General Zubov. En 13 de junio de 1796, la flota entró en la bahía de Bakú y las tropas  se estacionaron en Bakú. El acuerdo firmado en 1813 entre Rusia e Irán formalizó la unificación del khanato de Bakú a Rusia. Pero este acuerdo no fue satisfactorio. El ex-khan d Bakú tenía esperanzas de regresar a Bakú. En julio de 1826, cuando el ejército de Irán entró en Azerbaiyán del norte, las tropas de Guseíngulú khan también se dirigieron hacía Bakú y tomaron parte en el asalto de la ciudad. Los habitantes de Bakú y de aldeas cercanas  levantaron la insurrección contra el gobierno de Rusia zarista  y prestaron apoyo al khan. Pero la derrota del ejército de Irán y la política aplicada por Rusia le obligaron al khan a regresar a Irán. La última guerra entre Rusia e Irán  acabó en 1828 con el acuerdo de Turkmenchay. Según este acuerdo, Azerbaiyán fue repartido entre Rusia  e Irán  por el río Araz. Entonces la ciudad de Bakú se ubicaba en el casco antiguo -Icheri Shejer- rodeada por el muro. Aquí se encontraban 300 casas y 3000 habitantes. Sólo después de la guerra entre Rusia e Irán la ciudad poco a poco empezó a extenderse. 

En la segunda mitad del siglo XIX, Bakú ocupó el primer lugar entre otras ciudades de Azerbaiyán por los índices social-económicos. El petróleo desempeñaba el papel importante en el desarrollo de la ciudad. El gobierno zarista que controlaba los pozos de petróleo, los daba en arriendo. Pero en los años 60 se consideró que el sistema de arrendamiento no era rentable. En 1872 se estableció la privatización de los pozos petroleros. La fiebre petrolera se puede comparar sólo con la del oro de Klondike. Comenzó la explotación de los yacimientos de petróleo en Bakú. Durante este periodo en Bakú se inauguraron las representaciones de empresas inglesas, francesas, belgas, alemanas y americanas. Las más famosas pertenecían a los hermanos de Nobel y Rothschild. 

A principios del siglo XX, la mitad del petróleo del mundo se producía en Bakú. Junto con la industria petrolera empezaron a desarrollarse otras ramas de economía. En 1803, se inauguró el ferrocarril que unía Bakú con Tiblisi. En 1892 se inauguró la primera tranvía de caballos; en 1900 - el ferrocarril Bakú-Petrovsk (Majachkalá actual) que se dirigía a las provincias centrales de Rusia y luego a Europa. En los años de 1868-1879, trazaron las primeras líneas telegráficas. En 1886, fue construida la central telegráfica. En 1917, la ciudad fue abastecida con agua potable de la fuente Sholar que sigue funcionando. En Bakú se desarrollaba  la vida cultural. En 1873, se creyó el primer Teatro Nacional en Azerbaiyán. En 1894 se fundó la primera Biblioteca Nacional por Narimán Narimanov. En 1908 se puso en la escena la primera ópera en el Oriente musulmán “Leyli y Madjnun”. Se desarrollaba el trabajo editorial, fueron inauguradas imprentas, comenzaron a publicar los periódicos (“Bakú”, “Kaspi”, “Bakinski rabochiy”, “Jummet”, “Yoldash”),  libros y revistas en  azerbaiyano y ruso.

Aquí venía  la gente de todos los rincones de Rusia y  Europa  en busca de trabajo y felicidad.  Ya en 1883  la población de Bakú superó 45 mil personas. En 1913 esta cifra llegó a 200 mil.  En los alrededores de ciudad se llevaban a cabo los trabajos de construcción. Fueron construidos el ferrocarril, la duma de Bakú, la escuela de “realní” (el edificio de la Universidad de Economía), “Ismailliyé” (la Presidencia de la Academia de Ciencias de Azerbaiyán). La ciudad se ajardinaba: fueron creados el bulevar, jardines  Mijailovski, Mariyinskí (jardín de Molocán actual),  Nobel (el parque de Nizamí actual). Así, a finales del siglo XIX, el auge económico convirtió a Bakú en uno de los importantes centros en Cáucaso.

En febrero de 1917  la  Rusia zarista fue derrotada. En 2 de noviembre de 1917 se celebró la conferencia del Consejo de los obreros de Bakú. Los bolcheviques declararon el establecimiento del gobierno soviético. En marzo de 1918 el Soviet de Bakú cometió genocidio contra la población civil de los barrios azerbaiyanos. Como el resultado del genocidio cerca de 10000 azerbaiyanos fueron asesinados. Este acto fue encabezado por el jefe del Comité de Defensa Revolucionaria de Bakú, Shaumyán. El jefe del cuartel  fue el general del Ejército Rojo en Bakú y miembro del partido dashnak, Z. Avetisyán.

Después de la caída de la Federación de Transcaucasia, el 28 de mayo de 1918, se declaró la República Democrática de Azerbaiyán. Turquía  ayudó a la joven República de Azerbaiyán. En el Ejército Islámico de Cáucaso formado de 15 mil soldados combatían las unidades azerbaiyanas encabezadas por el general Shijlinski. En 15 de septiembre de 1918, el ejército turco entró en Bakú. Bakú se declaró la República Democrática de Azerbaiyán y en 17 de septiembre de 1918 el gobierno encabezado por F. Joyski se trasladó a Bakú. 

El 27 de abril de 1920, el Ejército Rojo infringiendo las fronteras de Azerbaiyán, se dirigió a Bakú. Al mismo tiempo la Rusia Soviética presentó un ultimátum sobre la rendición del gobierno de la República de Azerbaiyán. En 28 de abril el Ejército Rojo entró en la capital de Azerbaiyán. En los años de 1924-1937, fueron elaborados tres principales plenos de Bakú. Al mismo tiempo se llevaban a cabo los trabajos de construcción en la parte central de la ciudad – casco antiguo y en su alrededor se construían nuevos barrios. En 1926, en la URSS, fue construido el primer ferrocarril eléctrico que unía Bakú con las aldeas obreras. Aquellos años se realizaban los trabajos de  ajardinación de la ciudad: se creaban jardines y parques en los subótniks  (se reunían los sábados) obligatorios donde participaban numerosos ciudadanos de Bakú. 

Con el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, Bakú se convirtió nuevamente  en el centro de atención internacional. Bakú hizo su aportación en la derrota del fascismo, abasteciendo el frente con el petróleo baquense. Durante la guerra los recursos petroleros de Bakú constituían el 75 por ciento de los recursos petroleros de la URSS. En la época postguerra, la ciudad seguía desarrollándose. En 1949 fueron construidas Piedras Petroleras, se continuaba con la construcción de las viviendas. Gracias al talento y habilidad de los arquitectos como M. Guseinov, S. Dadashov, G. Madjidov, E. Gasumzadeh, G. Alizadeh, G. Alesguerov, etc. el centro de Bakú y sus distritos se edificaban nuevos edificios. Bakú se convertía en uno de los centros importantes de la industria de la  URSS. Junto con la producción petrolea, su elaboración y construcción de maquinaria petrolera se desarrollaban intensivamente las ramas como la industria electrónica, maquinaria. Durante un corto plazo fueron construidos en Bakú la fábrica de los aparatos de aire acondicionado, de vin, etc.  Su producción conquistó no sólo el mercado interior de la Unión Soviética, sino el mercado extranjero. Bakú fue un importante núcleo logístico de la URSS. Se destacaba como un importante puerto del comercio marítimo. Otro acontecimiento importante fue la inauguración del primer metropolitano en el Oriente Cercano, en 1967. Bakú se convertía en el centro de enseñanza y cultura.

En 1988 fueron presentadas las exigencias  de anexar la provincia de Nagorno Karabaj de Azerbaiyán y unirla a Armenia. Al mismo tiempo más de 200 mil civiles fueron expulsados de Armenia, la gran parte de ellos se trasladó a Bakú. En 1991 después de conseguir la independencia, Bakú se convirtió en el centro de comercio, cultura y ciencia en la zona de Cáucaso. Los trabajos de reconstrucción, llevados en la ciudad, la construcción de nuevas viviendas, parques, avenidas y rascacielos son testimonios de la nueva etapa de historia de la capital.

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