Karabaj, desde la antigüedad hasta la época de los kanatos

Karabaj es uno de los antiguos asentamientos humanos. En la cueva Azij, ubicada en el territorio de Nagorno Karabaj de Azerbaiyán, fueron hallados los asentamientos de los hombres prehistóricos lo que prueba que Azerbaiyán, incluyendo a Nagorno Karabaj, con la Cuenca del Mediterráneo y  el África Occidental es una de las cunas de la humanidad. 

      Los antiguos Estados de Azerbaiyán mantenían vínculos políticos, económicos y culturales con los sumerios y los acadios, formaban parte de la civilización mesopotámica y estaban gobernados por dinastías de origen turco.

      Desde la segunda mitad del siglo IX hasta el siglo VII a.C., existió en la región azerbaiyana de las costas del lago Urmia el Reino de Mana.  En los siglos VII-VI a.C., existió al sudoeste de Azerbaiyán el Reino de los cimerios-escitas-sakos.  Alrededor del año 670 a.C., surge en el territorio de Azerbaiyán el Reino de Mana y a mediados del siglo VI éste deja paso al Estado persa Aguemenida.

     En la historia de Azerbaiyán desempeñó un papel importante la formación en el sur, alrededor del año 320 a.C., del Estado de Atropatena, que tuvo una considerable influencia helenística.

    En el siglo III a.C., se creó en el norte de Azerbaiyán el Estado de la Albania Caucásica que logró rechazar las constantes agresiones del estado armenio, destruido por los romanos el año 66 a.C.  El pueblo de Albania comprendía distintas etnias, la inmensa mayoría de las cuales eran de habla turca.  Albania se convirtió al cristianismo en el año 313. 

      En los siglos I-IV, cuando todo el Cáucaso quedó sometido a Roma, Albania se mantuvo como único Estado independiente. Su independencia política permitió el florecimiento de la escritura, la lengua y la literatura albanesas.  En ese período cobró mayor influencia la Iglesia albanesa que era independiente de las demás iglesias cristianas y llegó a difundirse el cristianismo entre los pueblos del Cáucaso Septentrional y los pueblos turcoparlantes.

        Como consecuencia de la invasión árabe, a principios del siglo VIII el islam se convierte en la religión principal en Azerbaiyán.  La mayor parte de los albaneses se hicieron musulmanes, aunque una minoría mantuvo su religión.   Con la debilitación del Califato, empieza la gregorización progresiva de los albaneses que vivían en la parte montañosa de Karabaj.

    La unión de las poblaciones de Albania y Atropatena en un único Estado y la práctica de una sola religión permitieron la consolidación del pueblo azerbaiyano. El movimiento jurramita, encabezado por Babek, introdujo las ideas de libertad, independencia e igualdad universal en el Azerbaiyán de principios del siglo IX.

Como resultado de la lucha popular contra el Califato, en el siglo IX en el territorio de Azerbaiyán surgieron varios Estados nuevos, el más fuerte de los cuales fue el de Sirván, cuya capital era Shemaja, donde regía la dinastía de Sirván.  Este Estado existió hasta el siglo XVI y tuvo un papel primordial en la historia del Azerbaiyán medieval.  La lengua turca común, el origen étnico turco y la religión islámica de la población autóctona del país condujeron finalmente a la consolidación de un pueblo azerbaiyano principalmente en los siglos XI-XII.

A mediados del siglo XIII, los Estados azerbaiyanos fueron sometidos al Imperio Mongol de Julaguid (1258-1356).  A mediados del siglo XIV, como resultado de la lucha de la población autóctona contra el yugo extranjero, se hizo con el poder en Azerbaiyán Dzhalair, un señor feudal que, con el apoyo de la nobleza azerbaiyana, creó el Estado de Dzhalair (1359‑1410). Desde fines del siglo XIV, Azerbaiyán fue objeto de las campañas de conquista de Tamerlán y escenario de su lucha contra la Horda de Oro.

Entre 1410 y 1468 y 1468 y 1501 gobernaron Azerbaiyán las dinastías turcas de Garagoyunlu y Aghgoyunlu, con las cuales Azerbaiyán alcanzó un poderío considerable.  En 1501, se formó en Azerbaiyán el Estado Sefevida que a principios del siglo XIV unificó por primera vez en la historia de Azerbaiyán todos los territorios en un solo Estado.  Su territorio se extendía desde el Amu-Daría hasta el Éufrates y desde Derbent hasta las costas del golfo Pérsico.  Este Estado se formó y se desarrolló como Estado azerbaiyano y en él todo el poder político recaía en la nobleza feudal azerbaiyana. El ejército se componía de regimientos de las principales tribus azerbaiyanas.  El idioma oficial del Estado Sefevida era el azerbaiyano. 

Tras el debilitamiento del poder de los shas en Azerbaiyán, alrededor de 1740 se formaron 20 kanatos independientes.   El Karabaj montañoso, poblado por azerbaiyanos musulmanes y albaneses cristianos, formaba parte integrante del kanato azerbaiyano de Karabaj, que abarcaba todo el territorio comprendido entre los ríos Kura y Araks.  Los súbditos del kanato eran los principados de Dizag, Varanda, Jachín, Dahilabort y Gulistán, cuyo territorio comprendía la parte montañosa de Karabaj.

Por su situación estratégica y geopolítica ventajosa Azerbaiyán se convierte  a finales del siglo XVIII y el primer tercio del siglo XIX en escenario de luchas hegemónicas entre los imperios persa, ruso y otomano. El 14 de mayo de 1805, se firmó en el río Kurak un tratado con el Kan Ibrahim Jalil para el traspaso del kanato independiente azerbaiyano de Karabaj a Rusia, que es un importante documento que atestigua la pertenencia histórica de Karabaj a Azerbaiyán. La primera guerra  entre Rusia y  Persia  (1804‑1813) por la hegemonía de los kanatos azerbaiyanos condujo a la primera división del territorio azerbaiyano entre Rusia y el Irán.  Concertado el 12 de octubre de 1813 entre Rusia y el Irán, el Tratado de Paz de Gulistán reconocía la anexión  a Rusia de los kanatos de Azerbaiyán Septentrional, a excepción de los kanatos de Najichevan y Eriván, que tuvo lugar entre 1800 y 1806.  Tras la segunda guerra  entre Rusia  y Persia (1826‑1828), el 10 de febrero de 1828 se concertó el Tratado de Paz de Turkmenchay, con arreglo al cual el Irán renunciaba a toda pretensión respecto del Azerbaiyán Septentrional y reconocía definitivamente su anexión a Rusia, incluidos los kanatos de Najichevan y Eriván.

Es importante señalar que todos estos kanatos, incluso el de Karabaj, se anexionaron a Rusia como posesiones netamente azerbaiyanas. Eran territorios azerbaiyanos por su población predominantemente azerbaiyana. 

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